Hospitales a la carrera.

pit stopEsta entrada me va a permitir unir dos de mis grandes pasiones: la fórmula 1 y los hospitales (bueno, esto más que pasión es obligación, no en vano, trabajamos en uno desde hace ya más de 11 años).

La excusa para ello nos la da la siguiente pregunta: ¿Puede un hospital aprender algo de un equipo de Fórmula 1?

Cada parada en boxes en una carrera de F-1 es un espectáculo de precisión, tiempo, funciones y seguridad. ¿Existe esa misma precisión en el traslado de enfermos dentro de los hospitales? El equipo médico del Great Ormond se puso en contacto con el equipo de ingenieros de Ferrari, situados en el entorno de Oxford. Grabaron sus procedimientos en vídeo y los estudiaron minuciosamente junto con dichos ingenieros; el proceso fue narrado pocos meses después por la BBC.

Me gustaría que leyerais el artículo completo, pero para los que van mal de tiempo (que raro en los tiempos que corren) aquí os dejo las pinceladas que a mí más me han llamado la atención:

  1. Al principio todo era raro. Médicos mezclados con ingenieros e ingenieros mezclados con médicos… pero una vez superadas las primeras barreras mentales, los propios facultativos declararon que “cambiaron todo el sistema de logística de traslado de enfermos, reduciendo hasta en un 40% los errores técnicos y de comunicación que se cometían en el hospital”.
  2. Ninguna organización puede mejorar y progresar sin abrirse al exterior. El conocimiento se genera cada vez menos dentro de nuestras cuatro paredes. Para que las personas busquen activamente, evalúen y aprovechen procesos externos tienen que ocurrir muchas cosas. Han de estar motivadas, tener pasión por lo que hacen y sentir que contribuyen positivamente a una organización que pueden transformar. Ambas condiciones, y máxime de forma simultánea, son difíciles de encontrar en sistemas muy burocratizados, regulados y asfixiados. Esas moles jerarquizadas tienden a matar la pasión por aprender, aportar y progresar.

  3. Queremos ser más productivos y eficientes, “hacer más con menos”, y, por supuesto, también en sanidad. En cambio, este objetivo no es alcanzable sin modificar la forma en la que hacemos las cosas. El camino a la innovación rara vez se encontrará con medidas como “a todos se les recortarán los salarios o se os ampliarán las horas de trabajo o se os controlará aún más”.
  4. En este contexto de profesionales sin incentivos -o porque los encuentran fuera de la propia organización y no dentro-, aparece la apatía y la incapacidad para reinventarse y lograr el verdadero objetivo: mejorar la forma en que se hacen las cosas con los mismos recursos. Como bien dice el experto en gestión sanitaria Carlos Alberto Arenas: “No por gastar más en el sistema sanitario actual tendremos mejor salud”.

  5. Las jerarquías han de tener un papel menos fiscalizador y más motivador. Los incentivos han de cuidarse para no penalizar a los mejores, el control no puede asfixiar la flexibilidad y se tiene que cuidar el equilibrio.

Como digo, artículo interesantísimo y con muchas cosas en las que pensar… os dejo que lo vayáis asimilando poco a poco, yo en principio, me doy a mi otra pasión como decía al principio del post, ya que este finde tenemos Gran Premio de Fórmula 1.

Recuerda que puedes encontrarnos en nuestra versión más formulaunera en Fórmula 1 Navarra.


Nos encantaría saber tu opinión sobre esta entrada:

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s