Pues vaya, no sé cómo se lo voy a contar al #spiderboy…
A ver con que cara le digo yo que ya no buscan superhéroes, que eso ya sólo ha quedado para el cine, y si es de Hollywood todavía mejor, y que si sale bien te harán segunda parte, tercera e incluso precuela (madre mía, si ya por inventar que no quede)… pero que más allá de las películas, los superhéroes ya no se llevan.
Ahora las cosas han cambiado.
Las empresas viven en un continuo proceso de cambio y requieren empleados que se adapten al ritmo vertiginoso de un mercado innovador. Se busca un modelo que encaje en la era de la agilidad. Los superhéroes están al borde del destierro en este escenario que requiere profesionales capaces de enfrentarse a distintos desafíos a lo largo de su carrera, porque no hay una solución única.
Repasamos aquí los detonantes que están impulsando esta tendencia y cuáles serán las consecuencias:
Mercados distantes. Las empresas deben buscar maneras de operar con éxito en mercados totalmente diferentes, desde una perspectiva social, tecnológica y económica. Esto requiere un nuevo tipo de liderazgo.
Incertidumbre constante. Las organizaciones son conscientes de que el futuro es una incógnita en el que no tienen cabida el modelo de negocio ni la estrategia sobre la que han funcionado en los últimos años. La incertidumbre se apodera de las compañías y de los profesionales ante un futuro sin precedentes.
Obsolescencia. La innovación de ruptura es la norma, no la excepción. Los profesionales deben afrontar el aprendizaje continuo para afrontar el cambio. Es un cambio de paradigma que, además, ha venido impuesto en un tiempo muy breve.
Sin contexto. Otra de las realidades que ha influido en este reajuste es la ausencia de contexto homogéneo. El panorama al que se enfrentan las organizaciones es un paisaje irregular que obligará a las empresas a emprender planes estratégicos polifacéticos para obtener ventaja en una amplia gama de espacios de mercado diferentes. La pérdida de la zona de confort en las maneras habituales de dirigir el principio de incertidumbre vigente nos puede generar una negación, más o menos inconsciente, de la nueva realidad. Por eso conviene estar alerta con uno mismo y nuestros comportamientos de liderazgo.
Adiós a la soluciones únicas. Toca trabajar en la eficacia que aporta la diversidad en la toma de decisiones. El gran desafío es tomar decisiones analizando lo que sucede. El profesional tiene que reinventarse, estudiar qué está pasando en su empresa y luego tomar decisiones. Valores a destacar: la transparencia, la comunicación y la veracidad.
Y ya puestos, mientras yo le voy avisando al #spiderboy, que le avisen también al Bustamante, jajaja…
Fuente: Las empresas ya no quieren superhéroes,Emprendedores&Empleo, expansion.com