Basta ya de improvisar, querido gestor sanitario!

No sé si ha sido casualidad o es que es el run-run que corre por todos los foros sanitarios, pero precisamente, este martes por la noche, en el último #teku20 del año, en el que @EnferEvidente nos daba una clase magistral sobre la investigación por parte de la enfermería, se llegó a leer y a comentar en el chat algo así como que también hacía falta «gestión basada en la evidencia».

Y con ese run-run, como digo, en la cabeza, este miércoles me encuentro con esta noticia en el Diario El Mundo: Propuestas contra la improvisación en la gestión del sistema sanitario.

Y como no creo en las casualidades, he pensado que era una buena excusa para escribir un post (eso, y que se me ha ido el día en otras cuestiones y sólo tenía 30 minutos para publicar este post en tiempo y forma, jajaja…)

En el mencionado artículo nos anuncian que 50 expertos españoles han plasmado en un libro 166 propuestas para avanzar en el sistema sanitario. Se trata de una reflexión sobre los problemas de la sanidad española y la elaboración de una serie de iniciativas con fundamentos científicos para promover la sostenibilidad del sistema. Ideas que van desde la reformulación del copago hasta la revisión de las decisiones que se toman en la incorporación de nuevas tecnologías sanitarias o ciertas prestaciones sanitarias.

Algunas de las propuestas que desde este libro nos quieren hacer llegar son las siguientes (en el artículo vienen 10, me quedo con las 5 que más me llaman la atención a mí particularmente):

1. No diferenciar, en cuestión de copago, entre trabajadores activos y pensionistas. Los criterios diferenciales del copago deben ser la renta y la condición de salud (enfermedades crónicas).
2. En el ámbito de la cartera de servicios (como catálogo de servicios y prestaciones de cobertura pública) se debe regular el qué, para quién y en qué condiciones.
3. Evaluar resultados en salud, compararlos y trasladarlos a la toma de decisiones y observar los principios de transparencia y rendición de cuentas.
4. Deberían potenciarse las estrategias de enlace entre atención primaria y especializada, con apoyo de medicina interna y desarrollo de nuevos servicios de gestión de casos y de gestión de enfermedades.
5. Evaluar con imparcialidad y rigor las ventajas e inconvenientes de las experiencias de gestión privada de centros sanitarios de titularidad pública iniciadas hace años, con indicadores de efectividad, seguridad y eficiencia, considerando estructura, proceso y resultados de sus actuaciones y haciendo públicos los resultados de las distintas modalidades de gestión de los centros sanitarios.

Pues eso, señor gestor sanitario, que ya se acabó el gestionar de oídas, con prisas, sin pausas, sin rumbo, sin oficio y sin beneficio (bueno, lo del beneficio lo dejamos para otro día, que beneficio algunos si encuentran por el camino, pero el suyo propio, más que el ajeno).

Queremos, como decíamos ayer en «casa» de Olga Navarro, una gestión basada en la evidencia.

NOTA: El libro ha sido enviado a todas las consejerías de salud, al Ministerio de Sanidad y a los diferentes partidos políticos y será un documento público a partir del 21 de enero, pues será publicado en cuatro fases en la web de la AES. Que digo yo, que si mi consejero no lo va a leer, ya me lo podía ir pasando, que a mí sí que me interesa y mucho!