Si el verano sirve para frenar un poco y reflexionar, éste de 2016 empieza con fuerza. Ya llevaba unos cuántos días rumiando el tema, me apetecía volver a retomar el blog como espacio de reflexión, ya que así empezó en sus origenes (allí en blogspot) y así me gustaría recuperarlo a partir de ya.
De momento un pequeño lavado de cara como podéis ver aquellos que nos leáis fuera de lectores de contenidos tipo Feedly o similar.
Y que mejor para comenzar nuestras reflexiones que con uno de nuestros temas favoritos, al hilo de esta entrada de Cardio 2.0: Regular lo imposible: Twitter en congresos
Parece ser que se está empezando a regular el uso de twitter en los congresos científicos, o al menos, se está comenzando a incluir políticas restrictivas del uso de twitter y otro tipo de redes sociales para compartir el contenido de las jornadas, congresos y/o ponencias.
Bien por motivos económicos, bien por motivos de protección de datos y derechos de propiedad intelectual en algunos eventos no está bien visto eso de que saques foto y publiques diapo y conclusiones «en abierto».
Nada más absurdo para mi entender.
Este tipo de eventos, jornadas y congresos se celebran precisamente para compartir nuestros estudios, reflexiones y buenas prácticas con la comunidad, por tanto, cuanto mayor sea nuestro público objetivo mejor que mejor, a cuántas más personas lleguen nuestras diapos, nuestros mensajes y nuestro saber hacer mejor… sobre todo si puede ser de utilidad para alguien que por lo que sea no se haya podido desplazar en directo al evento.
Lógicamente, si citas la fuente mejor que mejor. Para ello, el evento deberá disponer de un hashtag identificativo que agrupe la conversación; y el ponente deberá cuidarse muy mucho de dejar claro su usuario de twitter (si dispone de él) para que lo mencionen como corresponde.
Yo así al menos siempre lo hago y no hay nada más reconfortante que poder comprobar a posteriori que tus comentarios, ideas y proyecciones han podido ser de utilidad no sólo a los asistentes de la sala, sino a los del otro lado del «muro».
Para muestra un botón: mi última participación como tuiteador de eventos en #LeanBCN16 o en #5CongresoAAS
¿Y tú que opinas? ¿Dónde está el límite? ¿Se pueden poner puertas al campo?
Nos encantaría saber tu opinión sobre esta entrada: