Te despiertas una mañana, haces el café y mientras tomas el desayuno sigues con tu rutina de cada día. Echas un vistazo al correo y ves algo raro…un correo con el asunto «¿Te suena bien Viena?» Lo abres, te dan los buenos días y sólo puedes leer: «Los hermanos Ferreiro creen que, efectivamente, un guitarrazo involuntario merece una buena compensación, así que te han seleccionado para…» Deja de ser una mañana más.
Ahí empieza la aventura, llamadas para concretar el viaje, para invitar a una amiga «Carlota, no te lo vas a creer, que fuerte, que fuerte», cambios de días en el trabajo, una locura tras otra.
Y de repente, te encuentras volando a Viena para vivir algo que jamás pensabas que fuera a pasar.
Llegas al hotel, el 25hours hotel con tiempo para dejar la maleta, alucinar con la suite y saltar en la cama. Un hotel lleno de sorpresas, que tiene hasta un fotomatón en la recepción. Aún no me creía del todo lo que estaba pasando y ahora, casi un mes después, sigo con la sensación de haber tenido un sueño.
Por fin bajamos a la recepción, tuvimos nuestro primer encuentro con Iván y Amaro Ferreiro. Todo rápido, llegamos con retraso y nos esperaban para comer. Así que directos a comer y de ahí a grabar, no sabíamos ni dónde ponernos, siempre intentamos estar en un segundo plano para no molestar, pero sin perder detalle de lo que pasaba a nuestro alrededor. La primera (y más que posible última vez) que asisto a la grabación de un videoclip.
Nos acompañaba Pablo, el mejor guía que se puede tener, de hecho decían que era el Messi de los guías, jejeje! Aprendimos mucho de Viena con él, descubrimos una Viena moderna, joven, llena de vida, sin olvidar la Viena Imperial. Junto a Pablo y pendiente de nosotros las 24 horas, estaba Caroline, de la oficina de Viena, se encargó de que no nos faltara de nada y así fue.
Fuimos en tranvia, recorrimos el Ring, estuvimos en la plaza de los museos (lugar de encuentro de jóvenes y no tan jóvenes, para disfrutar de un rato de sol), subimos a la terraza del museo de Historia Natural, paseamos en lancha por el Danubio, subimos a la Noria en el Prater, paseamos por la catedral de San Esteban, desayunamos en el Café Central y asistimos a un concierto de Iván Ferreiro en el Strandbar Herrmann, una playa a orillas del Danubio, uno de los momentos más especiales de todo el viaje.
Cenamos un día en Glacis Beisl, como no, probamos el wiener schnitzel y otro en Palmenhaus, cenar en un invernadero es toda una experiencia. Y todo regado con unos magníficos vinos de la tierra, que una divertida camarera nos presentó, ¡con acento de Granada!
Tuve la suerte de poder compartir esta experiencia con Carlota, no hay nada mejor que viajar con tu mejor amiga para desconectar y disfrutar como hacía tiempo que no lo hacía. Conocer a Toni y a Lourdes un regalo extra y formar nuestro propio grupo #TheGanadors, unas risas que no tienen precio.
No quiero olvidar mencionar el magnífico equipo de Elsabeth Produccions que se encargaba del rodaje y ese momento entrevista en el río, en plan Callejeros en lancha, no pudimos reírnos más.
Poder conocer a Iván Ferreiro siendo fan desde hace tantos años, cenar con él, compartir un viaje,…un sueño hecho realidad. Y todo gracias a Lluís, Laura y Carles. Ellos son los que «hacen que las cosas pasen» ¡y vamos que si pasan!
Gracias Iñaki por dejarme tu casa para contar mi experiencia en #VienaSuenaBien, no se me ocurre mejor manera de dar las gracias.
Gracias a ti, Inés Bajo, por ser como eres y compartirlo por aquí con todos nosotros. Eso sí, la próxima vez que te pase algo de esto, me pido primer para acompañarte, jajaja…
NOTA: Ya puedes disfrutar del videoclip final como resultado de la acción Viena suena bien, en la que los fans de Iván Ferreiro, Inés, Toni, Carlota y Lourdes, pudieron disfrutar de la experiencia de visitar Viena y participar en la grabación del mismo.
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