Breve reflexión para este domingo. Muchas veces somos nosotros mismos quienes nos marcamos los límites, nos impedimos crecer, nos cortamos las alas…
La mayoría de las veces por miedo a lo desconocido, al que dirán, a la pérdida de la zona de confort. Miedos que no son reales, y que debemos desterrar de nuestros pensamientos.
Feliz domingo!
Fuente: Pinterest
Que hacer cuando laboralmente hay que convivir con alguien que no quiere salir de su zona de confort y todo cae del mismo lado siempre pese a ser iguales derechos y obligaciones?
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Complicada situación, compañero, aunque más habitual de lo que se piensa. Debemos ser capaces de ser felices con lo hagamos nosotros, y si la cosa pinta mal, hablar con él compañero, y si no atiende a razones,marcar las reglas del juego entre vosotros. Si no hay más remedio, habrá que traspasar líneas y comentar la situación con los superiores jerárquicos.
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